Hay varias ventajas al ejercitarte por las mañanas: hay menos probabilidades de que te distraigan o interrumpan durante tu workout, te vas a sentir más alerta camino al trabajo y con mayor ánimo en el mismo. Aún más, ya no tienes que preocuparte por hacer ejercicio el resto del día.
Existe la idea dé que ejercicio por ras mañanas aumenta el riesgo de un ataque al corazón; algo hay de verdad en ello. Lo que sucede es que ciertos elementos de la sangre tienden a aglutinarse y a crear coágulos en la misma, lo que puede inducir un ataque. Pero las personas que están en riesgo son aquellas que por lo regular no se ejercitan. La clave está en darte suficiente tiempo, de manera que puedas empezar despacio y dejar que tu cuerpo caliente para el ejercicio.
Consejos para hace ejercicios por la mañana
Adelanta la alarma. Para ganar tiempo, comienza por adelantar la alarma de tu reloj unos 15 minutos. Imponte una semana para adaptarte al nuevo horario; luego, adelántala otros 15 minutos. Ahora tendrás 30 minutos que puedes dedicar al ejercicio, y diste tiempo a tu organismo de adaptarse a los cambios de horario.
Duérmete más temprano. Si ya comenzaste a levantarte más temprano, lo obvio aquí es que te vayas a dormir más temprano, de esta forma no le quitas tiempo a tu descanso; el cuerpo lo resiente.
Prepárate la noche anterior. Si lo analizas detenidamente, te darás cuenta que hay muchas tareas matutinas que puedes adelantar en la noche con el fin de ganar tiempo: escoger y alistar la ropa, dejar llaves, cartera y maletín en la salida (para no estarlas buscando en la mañana), preparar el almuerzo, etc. Todo lo anterior te va a ahorrar tiempo, mismo que puedes dedicar a tus ejercicios.
Vístete apropiadamente. Tu ropa de trabajo no es la misma que la de ejercicio. Vístete cómodamente a primera hora (pants, o shorts si hace calor) y lleva tu ropa de trabajo ya preparada —que puedes hacerlo la noche anterior.
No te bañes. Si te bañas a primera hora en la mañana, hay buenas probabilidades de que te brinques el gimnasio al momento del tráfico. Una vez en el gimnasio, y para desquitar la mensualidad, lo más probable es que utilices los aparatos y "te bañes" para irte a trabajar.
Evita la flojera de fin de semana. Si los fines de semana duermes más de lo usual, vas a echar a perder el trabajo de toda la semana. Lo mejor, para seguir un programa de ejercicios, es que continúes durmiendo y levantándote a la misma hora; vas a lograr un cuerpo que trabaja uniformemente y como reloj.
Ahora que ya hiciste tiempo para tu workout matutino, debes cerciorarte que lo estás haciendo bien. Hay varios aspectos que debes tomar en cuenta para cuidar y desarrollar mejor tu cuerpo:
Bebe temprano y suficiente. Si de por sí es bueno tomar líquidos antes del ejercicio, es todavía más importante hacerlo en las mañanas. Has pasado varias horas sin tomar nada, hasta podrías estar deshidratado sin darte cuenta. Toma por lo menos dos vasos de agua antes de comenzar tu rutina.
Poco a poco. Sería un mal consejo si te dijéramos que comenzaras tu workout tan pronto te levantes. Debes darle tiempo al cuerpo de calentarse, sobre todo al corazón. Tómate unos 10 minutos para calentar con ejercicio ligero: calistenia, correr, estiramientos, caminar...
No pares repentinamente. Cuando hayas terminado tus ejercicios, date tiempo para relajar y enfriar los músculos. Hacer algo de calistenia y estiramientos son excelentes para enfriar. Parar repentinamente puede ser agresivo al corazón.
Desayuna. Cuando terminas de hacer ejercicio, tu cuerpo pide combustible, y algo que casi siempre sucede es que, por ganar tiempo, recortamos el destinado para el desayuno; muy mal. El desayuno es indispensable, pero evita la comida grasosa: huevos, tocino, donas (sobre todo glaseadas), por mencionar algunos ejemplos. Ingiere alimentos ricos en carbohidratos, como yogur, panes de harina integral y cereales.